jueves, 3 de febrero de 2011

Él.

Empieza así, de repente.
Esté uno presente o no.
Se asienta y se expande de nada,
Porque encuentra base en cualquier lado,
Porque sabe nutrirse de absolutamente cualquier cosa,
Porque es capaz de alimentarse del tiempo,
Del espacio,
De uno,
De cada ausencia y presencia,
De cada circunstancia,
Duda, certeza, orgullo y arrepentimiento;
Porque aprecia, pero más que nada porque entiende
La represión forzada en la virtud,
La voz desesperada del defecto;
Lo humano de la dualidad, de la contradicción constante,
La lucha, la resignación, noble o cobarde.
Es porque entiende, que nunca retrocede.
Y sabe que juzgarse es un juego riesgoso,
Y sabe que jugarse puede implicar perder,
Pero no duda mucho,
Tal vez porque no piensa.
Por eso la razón no lo acompaña,
Pero aun así, le muestra su respeto...

3 comentarios:

  1. quien no arriesga no gana
    quien no juega con fuego
    no sabe qué es quemar
    qué es arder
    Y si la pasión es tan inhumana
    que la distancia de la razón
    impere
    con la duda que acarrea
    con los abismos que genera
    ¿Y si la pasión es un poco de magia?
    Entonces no hay razón que valga

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  2. Completamente de acuerdo, Nan.
    Siempre es un placer leer un poco de vos, cuando nos vemos nunca llegamos a estos temas :)

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  3. Maravilloso...
    Asi que es Él, eh. Lo leí con diferentes "él" en la cabeza y es increible cómo cuadra con demasiados..

    Por que entiende..¿la represión forzada en la virtud?
    Auch... eso duele.
    ¿La voz desesperada del defecto?
    Mmm.. ¡cuántas voces!..

    Simple, increible, estructurado sin barreras. Maravilloso, Mer. Gracias por compartir!!!

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