viernes, 30 de diciembre de 2011

Mansa cólera.

Esta es la mansa cólera, hablando. Mi mansa cólera. Oí que las palabras, al pudrirse en el cuerpo dejan larvas, caníbales que sólo recorren las entrañas para revolverlas bien, para desordenar, y salen desgarrando órgano, músculo, piel, rompiendo huesos hasta explotar el pecho como aliens. Es tomar aire, y aire, y aire, y, con el pecho ensanchado y suplicante, un poco más. Aire, aliento, necesidad ineludible. Hay que llenarse, llenarse de vitalidad hasta tener que soltarlo en ese momento ínfimo de desesperación en el que antes de seguir apropiándose del embriagante aliento milagroso, se considera la opción de dejarse morir. Sólo por un momento; dura ese instante anterior a la espiración aliviante.
Llenarse de vida. De eso se habla, como si uno fuera un vaso que vino al mundo con una jarra lista y a mano. La ingenuidad, la liviandad con la que se usan frases que suenan bonito y profundo, es tragicómica.
Sé vos misma. Soy muchas, soy alguna(s), soy ninguna.
¿Por qué ese amor, ese fetiche por las máximas? ¿Por qué, siempre lo fácil?
Fui tanto tiempo un ente andrógino, asexuado, o quién sabe qué, escondido en la impresión de que uno se levanta una mañana, mágica y sorpresivamente artista, inspirado y expuesto al mismo mundo que rechaza o busca conocer. Si en la banalidad debí haber encontrado las ideas, si en la filosofía, la postura; si en lo ya escrito mi deber era sencillamente hacer lecturas nuevas: fracasé. A mi edad, ya entendí que fracasé. No, no puedo explicarlo.

Estoy demasiado atenta a mi falta de originalidad. Lo que es peor: tengo una gran conciencia de mis limitaciones. No me dejo soñar con imposibles, con lo que vaya más allá de mi aptitud. O tal vez, sí, tal vez de ahora en más cada oración, párrafo, texto que salga de mí irá acompañado de un optimista o conveniente "esto va a ser lo mejor que haya escrito". Entiendo que este salto puede resultar ridículo. Si soy contradictoria es porque no me perdono la mentira, porque intento ser fiel a mis estados, a mi constante ambivalencia que en su oscilación a veces me descubre y otras me recubre. No sé mantenerme en un tema ni me sale naturalmente, quizá por eso nunca profundizo en nada.

Pero al fin; es esta mansedumbre, la cólera que nunca puedo sostener, la rendición interna que al exteriorizarse, se fulmina. Y el blanco frente a mí que dice no. YO no te lo permito. YO, vos, no te permito huir de tu temor. Mercedes. Cómo te gustaría ser tu nombre. Te encantaría ser ese conjunto de signos uno atrás del otro, concreto y vago, preciso e impreciso, fácil de tanscribir pero vacío de sustancia. Una palabra anónima. Te da profundo terror la individualidad, aunque la busques. En la esquina contraria a tu entusiasmo infantil de redescubrir constantemente todo, el derrotismo más cómodo e implacable te envuelve como una sábana protectora. He allí tu forzada soberbia, tu escudo infalible. Tu talón de Aquiles. Ahí está; yo, que no tengo ni cuerpo que poner ni palabra donde refugiarme, yo, mentira o verdad o la nada entre nadas, o delirio esquizoide de quien ya no teme juzgarse, yo expongo tu secreto. Y aunque seas bastante más que un miedo o una duda, no necesito más para exponerte a vos también. Me niego a que me niegues. ¿Me escuchás? Sé que me estás leyendo, pero, ¿me escuchás? Es importante que escuches lo que digo.

Y escucho. No puedo no escuchar. Por eso estoy acá, desvelada y fastidiosa, otra vez, dejándome como tendida sobre la pantalla, rendida ante lo único que siempre, irremediablemente, me supera: tu no llamado, tu indiferencia atroz y casi humana.
Y tu cursor sonríe titilando mientras vuelvo a descubrir que no tengo manera todavía de ocuparlo con más que catarsis de madrugadas de insomnio.

1 comentario:

  1. mercedes es mas que una mucha, es mas que una alguna, es mas que una ninguna, es mas que una estructura androginea asexual...
    mercedes es mas que un nombre
    no importa el envase sino el contenido
    ver mas alla del contorno de los ojos y mas alla de la lectura entre lineas y mucho mas de todo patron de conocimiento, ya que MERCEDES,es lo que tiene que SER...

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Instantánea

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