Soy la forma más exacta
Del patrón más imperfecto
Soy la vida sin matices,
Soy el camino marcado.
Casual como una mentira,
Como un sueño y como un mundo,
Como un fuego centelleando
Desapasionadamente.
Tal cual nombre sin origen,
O juego sin reglamento,
O pilar que no sostiene,
O diosa que no perdona,
Cada cosa que percibo
Me es efímera y ajena,
Miserable, intrascendente,
Despreciable, accesoria.
Así es como yo me aparto
Del placer que no conozco
Del deseo y la lujuria
De vivir más plenamente.
Así es como yo me escondo
Cómo logro escabullirme,
De las ganas de expresarme y
No saber cómo decirlo;
De probar nuevas opciones
Que no pueden convencerme,
De no estar nunca del todo
Suficientemente cerca.
Soy la forma más exacta
De esquivarme sin recelo.
Soy la sombra del camino
Que no llegó a ningún lado.
Soy la que dice y no dice,
La que intenta que la escuches,
La que habló de sincerarse
Y al final no dijo nada.
Soy casual como la vida,
Tan efímera y ajena;
Era el fuego, y ahora, ardo,
Desapasionadamente.
Y así, con tinte desapasionado,
ResponderEliminarme parece que esta es una de las tantas -pocas- veces que lograste encontrarte, encerrada en la paradoja (Ahora les dicen reloj a las paradojas).
Decis todo, diciendo que no decis eso que se salpica de tu letra y, queridisima mia, ya no podés evitar estar empapada (para navidad, te regalo una toalla).
Lo sigo releyendo; no tiene desperdicio: tiene amor, pasión y hasta ese toque de melancolía que no permite que te escabullas, aunque sea eso mismo lo que -por arriba- escribis.
¡Que bueno que sos la versión perfecta del molde imperfecto! La imperfección mueve la letra, espero que nunca dejes de moverte, señorita visual....
Nunca vi a alguien escribir tan apasionadamente de su falta de pasión.
ResponderEliminarNo sé cómo volví a caer aca, pero lo releo y me sigo deleitando...
besos, merchu!
b.